1º Timoteo. Breve tratado.
1 Timoteo 6. Semana 6. Procedimientos en el sistema social y la vida piadosa.
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AMOS Y ESCLAVOS
1ºTimoteo 6:1-2
Si bien ser esclavo era el escalón más bajo de la sociedad, estos tenían derechos, obligaciones y, bajo diferentes circunstancias, hasta poseían reconocimiento si pertenecían a alguien importante o de alta jerarquía socio cultural. De todas maneras el esclavo era esclavo y muchos de ellos habían abrazado la FE y por sobre todo la LIBERTAD de sus almas más allá de que muchos estaban siendo oprimidos (“Yugo de esclavitud”).
Vemos aquí uno de los temas principales que se desarrolla en esta carta que es estimar y honrar al otro. Esto es algo natural cuando poseemos un corazón íntegro y es por eso que nuestra manera de vivir y proceder es una expresión piadosa y cuidadosa del evangelio. Somos llamados a ser ejemplos.
Esto es que Pablo ordenaba a Timoteo para que pueda corregir entre aquellos esclavos de la ciudad de Éfeso. El lugar próximo e idóneo, el campo de acción natural que ellos tenían para ejercitar la expresión del evangelio era frente a sus amos terrenales y esta oportunidad no se podía desaprovechar, ellos debían honrar a sus patrones.
Una de las cosas que hay que tener gran cuidado y que los esclavos no tenían que perder de vista era la gravedad del asunto por no vivir una vida íntegra. Si no vivimos una vida íntegra es muy probable que las personas por culpa nuestra hablen mal del nombre de Dios y de la FE, o que blasfemen contra los principios cristianos que representamos.
Si nosotros somos los causantes de un mal testimonio, el asunto adquiere una gravedad personal notoria. Debemos estar preocupados de no dañar o afectar el testimonio del evangelio en la comunidad social, nuestra manera de proceder no debe ir contra los pilares de la verdad del evangelio.
Otro de los problemas que estaba surgiendo tenía que ver con la forma de actuar de los esclavos hacia sus patrones que eran también creyentes y que Pablo quería corregir instruyendo a Timoteo.
Abrazar el evangelio de la libertad nos otorga un estatus preponderante en Cristo Jesús y esta posición espiritual no nos debe llevar a enorgullecernos, creernos superiores o mejores que otros, etcétera, porque esto es contrario al mensaje de la humildad y opuesto al fruto del Espíritu, por eso es necesario la corrección en cada ámbito de nuestras santas vidas.
El estatus del evangelio de la libertad hace que cualquier posición o estatus mundano sea irrelevante, por lo cual podemos vivir con tanta honestidad y naturalidad sea cual sea nuestra situación, así el esclavo podía y debía honrar y obedecer a su amo en bondadosa sujeción. En definitiva, honrar a nuestros patrones y sujetarnos a las autoridades terrenales es una actitud cristiana que debemos practicar como una ordenanza divina.
Ahora gozamos la posición adquirida por medio de la redención y nada en este mundo puede afectar eso, porque somos embajadores en cadenas y realmente disfrutamos del Señorío de Cristo en nuestras vidas más allá de lo que el mundo pueda hacer con nosotros, o como dijo Jesús: “…no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28).
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