1º Timoteo. Breve tratado.
1 Timoteo 5. Semana 5. Cómo conducirse en la congregación de los santos.
SUSCRÍBETE A NUESTRO CANAL HACIENDO CLIC AQUÍ:
FORMAS DE PROCEDER
1 Timoteo 5:22-25
En las Iglesias no hay que reconocer o nombrar ancianos o personas que estén a cargo de manera ligera e imprudente. Esta ligereza conlleva irresponsabilidad porque el compromiso al servicio de los santos es una tarea con requisitos específicos que en esta carta están bien explicados y especificados.
Una de las maneras de enfrentar estos errores es no hacer las cosas de manera apresurada sino con imparcialidad y permanecer en pureza y santidad para reconocer cuando no la hay en aquellos aspirantes. Tener prudencia y paciencia es tener responsabilidad comprometida con los tiempos de Dios porque tarde o temprano las obras de cada uno sean malas o buenas, se harán manifiestas (1 Corintios 3:11-15). Nada puede permanecer oculto y tarde o temprano el pecado sale a la luz. Debemos estar atentos, poner por obra y guardar todos los consejos de la Palabra de Dios sin ligereza ni frivolidad.
Hay consejos que muchas veces no parecen que sean necesarios que se repitan, pero conociendo la ley de la carne que actúa contra el espíritu lo mejor que podemos hacer es velar insistentemente, deliberadamente e intencionalmente para no errar. Entre estos consejos está el de conservarnos puros y el de no ser partícipes en pecados ajenos, esto último vale incluso para los casos en que miramos para otro lado sin exhortar.
Esperar sin apresurarnos también es un acto de responsabilidad bíblica ya que por sus frutos podremos conocer a las personas, y la manifestación de esos frutos sean buenos o malos se expondrán pasado el tiempo y en definitiva nada puede permanecer oculto.