- MAYO 2019 -
PAZ y SANTIDAD
“Seguid la paz con todos, y la santidad,
sin la cual nadie verá al Señor”
(Hebreos 12:14)
sin la cual nadie verá al Señor”
(Hebreos 12:14)
Palabras del Pastor Carlos Samuel Mansilla
¿Sabías que la
paz de Dios guardará tu corazón?
Dios ha sido fiel en este año y en gran
manera. Muchos se han afirmado aún mas a su Palabra, a su obediencia,
congregándose en nuestras reuniones centrales de adoración para servir a los
otros con humildad y temor. Muchos llevan adelante grandes batallas en oración
intercediendo por otros. Muchos participan en las oraciones los días martes
velando por los otros a pesar del cansancio. Otros realizan mediaciones de paz,
de gracia y misericordia cuando tienen a mano el poder hacerlo. Hemos visto y
vivido grandes victorias, milagros y amor por la evangelización. Etcétera.
Estamos viviendo capítulo tras capítulo,
paso tras paso, en la paz de quién nos guarda a pesar de las dificultades.
“Y la paz de Dios,
que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7).
Gracias a Dios “somos parte del cuerpo de
Cristo”. Pertenecer a nuestro salvador significa que en nuestro corazón
gobierna la paz y el agradecimiento (Colosenses 3:15). Esto es algo natural en
nosotros porque hemos nacido de nuevo y porque estamos aferrados a Dios.
Su Espíritu Santo está en nosotros y su
fruto es evidente en nuestras vidas: “Paz, amor, paciencia, gozo, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre y dominio propio” (Gálatas 5:22-23), y contra estas
cosas nada ni nadie puede enfrentarse. En el mundo tendremos aflicción pero
vivimos en paz con aquel que ha vencido al mundo (Juan 16:33).
Sigamos orando, viviendo la Palabra, este
pueblo se levanta en victoria y sigue avanzando. Contra Cristo nadie puede y
nosotros somos Cristo, su cuerpo, parte natural de Él (Colosenses 2:6-10,
Efesios 1:22-23), y es nuestra responsabilidad buscar la paz y seguirla:
El que quiere amar
la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen
engaño; Apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala (1º Pedro
3:10-11).
Seguir la paz es un mandamiento que está
en toda la escritura. Dice Hebreos 12:14: “Seguid la paz con todos, y la santidad,
sin la cual nadie verá al Señor”. Esta paz es parte de la misma victoria, y
aquellos que la practican participan de la justicia (Santiago 3:18).
Es momento de marchar y no perder el
tiempo y depende de nuestros pasos. ¿Dónde se dirigen nuestros pasos? ¿Qué
calzado nos hemos puesto? ¿Van nuestros pies a donde debieran ir? Por esto,
para poder estar firmes contra las acechanzas del diablo tenemos que ponernos
la armadura de Dios (Efesios 6:11), y el calzado de esa armadura es el Evangelio
de la paz (Efesios 6:15).
Esa paz va a guardar nuestros corazones y
nuestros pensamientos (Filipenses 4:7), porque justificados por la fe, tenemos
paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (Romanos 5:1), y eso es
vida:
Porque el ocuparse
de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz (Romanos
8:6).
Dios les bendiga y sigan la paz con todos
y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Hebreos 12:14).
Bendiciones.
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